En estos días se ha conocido que en agosto se pro
ducirán nuevos aumentos de precios, por más que
el gobierno intenta taparlos por la cercanía electoral,
no es necesario ser grado cinco de la Universidad
de la República o candidato a ministro para conocer los
problemas que surgen cuando suben ciertos artículos de
consumo y sobretodo con la apropiación general de la
ganancia, en el proceso económico.
En el día de ayer, un vocero del gobierno nacional,
reconoció que en el Uruguay aun existen 650 mil pobres,
y que para el próximo período de gobierno abatirán definitivamente
la pobreza, prometen además que la estrategia
será otra sin recurrir a la
ayuda social, ahora se “ocuparán del salario” de los
sectores medios según Enrique Rubio. Desde el punto
de vista de la burguesía o empresariado que les gusta
decirle ahora, con más de un 20% de la población uruguaya
sin ingresos y viviendo en la pobreza, es la situación
ideal para que el salario permanezca a la baja, y que
además los trabajadores tengan la imposición del gobierno
y los patrones de rebajárselo para conservar el empleo.
Este sí que es un cambio por demás negativo provocado
por la política gubernamental. Si no hubiera hambre
y falta de empleos con salarios decentes ello por
cierto que no sucedería, el otro elemento que permite
esta verdadera irregularidad es que la dirección sindical
hace en forma consecuente la plancha ante el problema
de las rebajas salarial y el desempleo. Están todos contentísimos
con las negociación colectiva y cada vez que
algún trabajador grita medio fuerte, en seguida le mandan
la burocracia a explicarle que así no, que los tiempos
han cambiado.
Lo cierto es que el salario, está a la baja. Por varias
razones, la primera es porque globalmente la política económica
no se ha apartado ni un ápice de las directivas de
los bancos internacionales, que es como decir del capitalismo
mundial.
Y los proyectos más importantes que ha desarrollado
el Frente Amplio en el gobierno, además de pagar los
intereses de la deuda externa y emitir más deuda, uno ha
sido el darle algún dinero a los pobres, para que sigan
siendo pobres, y el otro gran proyecto también proveniente
de los bancos internacionales y especialmente del
BID, es la “ayuda” a la pequeña empresa. Por un lado
extraen nuestras riquezas principales y por otro “cooperan”
para que no sigamos siendo pobres, esto es lo que
ha comprado el Frente Amplio en el gobierno y en toda
su política.
Reforma del estado, nuevos impuestos, privilegio del
capital, y busque en que lugar ha crecido seriamente el
salario o el ingreso nacional. Sencillamente no es posible,
no existe. Han crecido sí las ganancias de los grandes
exportadores y propietarios de la tierra, que dirigen
su producción hacia los mercados internacionales.
Uruguay continúa siendo uno de los países más caros
de la región y con salarios más bajos, y ello muestra
también lo que han sido las políticas del actual gobierno.
No sólo con la política del gobierno se destruye el
medioambiente, con el monocultivo forestal, con la soja
transgénica, con el uso de pesticidas y glifosatos en forma
irrestricta.
Sino que los efectos de los bajos salarios sobre la vida
de los trabajadores es uno de los principales factores de
desarticulación social y productiva. En Río Negro que
tanto se habla de Botnia que hoy cambio de dueño sin
que el propio gobierno se enterara, luego de la abrumadora
propaganda oficial donde prácticamente salvaría a
los uruguayos, es el departamento de mayor índice de
desocupación en la vida nacional, de mayor pobreza y
menor salario. O sea que la zona franca, el monocultivo
forestal, la producción de celulosa, la mayor inversión
de capital nada han resuelto.
Crece la miseria, el desempleo y los salarios bajos.
Aunque según el gobierno vamos bien con más lugares
de trabajo según el gobierno, pero con salarios pobres,
que es la relación que se olvida.
Editorial del diario La Juventud
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